Un estudio realizado por
el forense español Carlos Guerrero explica que el impacto que una pelota de
golf puede producir en una persona es más grave que el de un disparo de
pistola, si la bola alcanza las velocidades cercanas a los 300 kilómetros
por hora. El
forense Guerrero, realizó el estudio como parte de las pruebas periciales
presentadas en un juicio por un grupo de vecinos de Islantilla (Huelva, sur de
España), que demandaron a un club de golf de la
zona por el daño que el impacto de las bolas causaba en sus viviendas.
El club fue condenado en enero pasado a levantar una valla para proteger a las casas.
El club fue condenado en enero pasado a levantar una valla para proteger a las casas.
De modo que “una bola
de golf puede provocar la muerte si su proyección tiene un efecto contusivo de una violencia tal que dañe
determinadas zonas del cuerpo”.
Algunas personas en el
pasado han sufrido enucleación (extirpación
del globo ocular) o pérdida de visión. ¿Se imaginan que podría
pasar si le pegan en la cabeza a una persona o una niño pequeño?
El factor estriba en la velocidad.
Según Guerrero, “hay palos que pueden provocar que la bola tenga más velocidad
que la bala que sale de una pistola”.
Algunas bolas
alcanzan velocidades de hasta 80 metros por segundo (288 kilómetros por hora), que “aunque
por peso y por características de la pelota, no llega a tener introducción en
el cuerpo, el impacto de esa masa sí provoca lesiones muy importantes, que
pueden provocar incapacidades graves o incluso la muerte”, finalizó.
Cuando vaya a algún campo de golf iré con mas cuidado...
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