La vida da muchas sopresas. ¿Podría estar embarazada y no darse cuenta incluso estando en la semana 35 de embarazo? Según informa el Daily Mail, eso le pasó a una chica británica de 23 años que cuando estaba a punto de dar a luz los enfermeros le dieron la buena nueva: iba a ser madre. “Yo estaba en shock total, y seguí diciendo a todos que no podía estar teniendo un bebé, que no era posible”, aseguró incrédula.
Una auténtica sorpresa para Amanda Jessup, como así se llama la chica natural de Folkestone, en Kent, que acudió al Hospital Willian Harvey de Ashford por sufrir fuertes dolores estomacales, resultado de los cuales quince minutos más tarde daba a luz a un precioso bebé totalmente sano.
De haberlo sabido, según cuentan ella y su novio Ben, de 24 años, habría llevado una vida más sana. Y es que durante todo el período de gestación trasnochó, bebió cerveza y bailó hasta la madrugada, incluso hasta el día antes del inesperado parto. Pensaba que lo único que le pasaba era que había engordado. Incluso atribuyó los cambios de humor que experimentó durante los últimos meses a la depresión, y hasta pensó que su dolor de espalda se debía a levantar objetos pesados en el trabajo.
Ahora su familia y amigos atan cabos. El aumento de peso, los cambios de humor, dolor de espalda y problemas para dormir de la chica tenían una razón muy natural y normal dado su estado. Un caso a su vez insólito porque la joven contó con menstruaciones regulares y no dejó de tomar la píldora anticonceptiva durante los nueve meses.
NOTICIA SACADA DE LA PÁGINA WEB DE EL DIARIO MONTAÑÉS
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