Un policía de Ciudad de
México salvó la vida gracias a su placa,
que le sirvió como un refuerzo del chaleco antibalas, tras recibir el disparo
de un ladrón, que le podría haber dañado el corazón o los pulmones.
Ahora el agente Juan Daniel Ruiz Coy, de 39 años, sentirá una
doble afición al emblema de su profesión. Cuando cubría las procesiones del vía
crucis en el barrio de Iztapalapa (sudeste de la ciudad) un ciudadano le avisó
de haber sido robado.
El policía localizó a un grupo de presuntos ladrones que, al verle, huyeron en direcciones distintas y salió tras uno de ellos, a quien persiguió hasta la calle Ozuna.
El policía localizó a un grupo de presuntos ladrones que, al verle, huyeron en direcciones distintas y salió tras uno de ellos, a quien persiguió hasta la calle Ozuna.
Allí el presunto asaltante volteó hacia la patrulla que lo seguía y disparó
por lo menos en siete ocasiones, seis de las cuales dieron en el automóvil.
Pero la séptima, pese al chaleco antibalas que llevaba Ruiz Coy, le pasó por un
costado a la altura de su hombro izquierdo, arrancó un escudo y alojó el
proyectil en el broche de la placa que portaba en el pecho.
El agresor logró escapar mientras el policía era trasladado para recibir
atención médica. En el hospital le acreditaron a Coy que sufrió un impacto sin
penetración, ya que la placa detuvo la bala, evitando de milagro que
penetrara hasta el corazón o los pulmones,
Recordándo la hazaña, el señor Ruiz reconoció: “Sólo lo había visto en
películas, creía que era choro“,
¡Este tipo de noticias insólitas superan la ficción! ¿Que opinas?
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